BIENVENIDOS a la belleza de lo inesperado entre campos de trigo Una construcción inesperada, que parece haber sido trasladada desde un barrio residencial del XIX de cualquier gran capital europea, con un estilo original y propio. Su construcción en 1888 la sitúa en pleno auge de la época modernista, años de sensibilidad artística irrepetible. Un edificio donde se respira creatividad, libertad, sensualidad y un refinamiento únicos. Una singular “casa de indiano” que se construyó compaginando funcionalidad y belleza, con un fuerte componente ornamental inspirado en la naturaleza. Los hermanos Fernando, Juan y María Oiza Redin han recuperado esta propiedad familiar tras décadas cerradas y han llevado a cabo una respetuosa y profunda rehabilitación de este edificio para convertirlo en un Hotel exclusivo y único. Donde el placer de tu libertar se puede COMPARTIR 9 estancias únicas en las que la belleza vuelve a definirse como el equilibrio entre materiales, dimensiones y luz, por delante de conceptos extremadamente prácticos, impersonales y realistas. Espacios con conceptos comunes pero diferentes y especiales, tanto por su distribución, orientación, superficie o altura. Todas equipadas para garantizar el verdadero descanso y confort de nuestros clientes. Ponemos a tu disposición un comedor bañado de luz donde disfrutar de una cuidada cocina con productos de la huerta, una sala de estar con un gran sofá “bis a bis”, una sala de lectura y una sala polivalente. Espacios creados como una extensión de las estancia privadas y que amplían las posibilidades de residencia en el hotel, creando espacios comunes delicados y tranquilos. Jardines que se integran en el contexto climático y geográfico del valle. Una planificación paisajística de plantas y balsas de agua que armonizan el exterior con el interior del hotel. Una huerta al estilo británico, con especies salvajes que contemplar, entre las que pasear y recuperar los cinco sentidos en una estancia única. SERVICIOS que respiran el espíritu del edificio: optimismo, creatividad y vitalidad. Todas las habitaciones están equipadas con TV, canal satélite, WIFI, teléfono, caja fuerte, secador de pelo, set de bienvenida y climatizador silencioso. Cada mañana podrás disfrutar de un desayuno “a la carta” basado en productos de nuestra tierra compuesto por zumos recién exprimidos, embutidos, pan y repostería recién hecha, cafés e infusiones y mermeladas. En nuestro restaurante podrás degustar una cena a base de productos seleccionados y de máxima calidad como broche final a una jornada inolvidable. Buscamos satisfacer cualquier necesidad que nuestros clientes puedan demandarnos, de ahí que dispongamos otros servicios adicionales, como: alquiler de vehículos, servicio de lavandería, traslados al aeropuerto y estación de tren, servicio de picnic. Cuidamos tu estancia con un servicio profesional y personalizado, especial y singular. QUE HACER a tan sólo 15 minutos VILLA CLEMENTINA se encuentra enclavada en el pre-pirineo navarro, a sólo 25 kms. de Pamplona. El encanto de este edificio se extiende al entorno geográfico y cultural en el que se levanta. Si el hotel busca el descanso de los sentidos, su territorio sorprende por la explosión de rutas y actividades posibles a tan solo 15 minutos. A pocos kilómetros tendrás a tu alcance múltiples actividades tanto de nivel cultural, natural, etnográfico y de ocio: senderismo, escalada, golf, hípica, vuelo sin motor, deportes náuticos y otras muchas. Nuestro personal estará en todo momento encantado de facilitarte toda la información que precises para que tu estancia sea una experiencia adaptada a tus gustos y deseos.